La oscuridad forma parte de tí...

Trazo sobre el fuego una visión distorsionada, alejada de la realidad. Sobre sus cenizas me encuentro y me consumo. Alejo mi vista...es un sueño, un precioso sueño. Estás tú, mi demonio infernal: con tu pelaje negro carbón y tus ojos miel oro...todo tú está ahí. Sujetándome con esas afiladas garras pero siempre cuidadosas y protectoras conmigo. Estás ahí parado, mirándome como si yo fuera el más valioso tesoro que pudiera estar en tus brazos. Yo te miro, algo confusa,desorientada y aturdida; no sé a qué paraje me han llevado tus potentes alas negras. Cual ángel caído, cual deseo maldito, cual amor prohibido...pero sabía que el amor no disponía de barrera tan fuerte como para contenerlo y mi deseo de que ese momento se congelara se agrandó.

"¿Estás bien?" preguntas. "Creo que sí.¿Qué ha pasado?". "Niña tonta, con el fuego no se juega". Me besas, como nadie ha besado jamás; claro que...no es un beso de un humano sino el de un demonio...Me hizo coger todo el aire que podían mis pulmones para soportarlo, mi respiración aumentaba su ritmo; la suya seguía igual de armónica y tranquila. "Lúa..." Di mi nombre otra vez, dilo. "Creo que debes volver"...."No, por favor, todavía no", respondo,"No quiero despertar, ¿y si no te vuelvo a ver?". Respondes: "Lúa, soy un merodeador de los sueños, me volverás a ver cuando vuelvas a cerrar los ojos, sabes que soy real; pero por el momento sólo me verás aquí". "No te vayas..., no...no".

He despertado...lo noto...noto el frío aire del amanecer rozando mi camisón, noto las sábanas sobre mí, la almohada llena de plumas, los traviesos y cegadores rayos del alba que piden a gritos que me levante...Estoy en casa de nuevo. Abro los ojos, no hay nadie...sí, he vuelto...Ahora sé por qué al despertarme tengo tanto frío...porque me liberaste de tus brazos, porque me soltaste...porque, simplemente, no estás ahí...porque es un sueño, un reflejo y sólo puedo verte cuando mi alma se sumerge en tu distorsionado mundo y, sin embargo, cuando estoy ahí es como si fuera la experiencia más real de mi vida...